El Jueves 29 vino Cri a Hamburgo. Llevabamos sin vernos desde mi viaje a Italia. Desde entonces muchas cosas han cambiado y su visita a la mia citta, como ella dice, tenia mas motivos personales que nunca.
Andi y Michi, como buenos alemanes que son, tenian que quedarse en casa trabajando duramente para levantar la economia del pais. Cri y yo, que no somos tedescas, nos fuimos por nuestra cuenta a celebrar nuestro reencuentro en Reeperbahn.
En lugar de elegir alguno de los bares "vulgares" de la zona, por recomendacion de Andi fuimos al Indra, un club de jazz en el que se practica la improvisacion como forma de entender la musica.
Las fotos no captan la atmosfera del local, entre otras cosas, porque reina la penunbra. No es el lugar mas adecuado para retratar a nadie. La pobre Cri sale con cara de sustillo, y eso que no use flash.
Ademas, Cri nunca quiere posar, asi que tengo que hacerle robados de este calibre para conseguir una foto suya.
El concierto del jueves fue muy variado. En el poco rato que estuvimos alli, al menos hubo cuatro cantantes diferentes, cada uno con su propio estilo.
Tambien recuerdo dos pianistas distintos, que le hicieron a Cri recordar los dias en que solia tocar el piano. Incluso me comento la posibilidad de que se mudara de Milano a Bergamo, para poder practicar mas a menudo. Tambien me comento todos sus proyectos con el Cine Forum de Bergamo y mil ideas mas por hacer, festivales, cortos, organizacion de eventos, etc.
En fin, yo me di cuenta de que a mi nada me mueve tanto como para involucrarme de esa manera. Antes me ilusionaba con mis proyectos, con mi teatro, con mis entrenamientos de karate, con los concursos literarios,...
Ahora me dedico a tomarme unas cervecitas con gente que cuenta sus proyectos, sus planes, sus ilusiones,... Gente que se propone algo y lo consigue.Y a mi me dan un poco de envidia...
